Beneficios de la meditación
Explora el Verdadero Ser
Alex L
En mi caso, la meditación me ha ayudado mucho a mantener la disciplina. Incluso cuando pierdo la disciplina, puedo recuperarla rápidamente.
Antes de la meditación, mi mente estaba muy distraída. Le daba mucha importancia a todo; todo era muy dramático. Si fracasaba, era para tanto. Si tenía éxito, era para tanto. Si me sentía bien o mal, era para tanto. La razón por la que todo era un gran problema para mí era que mi perspectiva era estrecha, lo que me llevaba a creer que había tanta prisa por conseguir resultados.
Este ajetreo constante era agotador, lo que hacía casi imposible mantener la disciplina en medio del caos de mi mente ocupada. Carecía de la calma interior necesaria para centrarme en una tarea cada vez, lo que obstaculizaba cualquier progreso significativo.
Gracias a la meditación, mi perspectiva cambió a una mucho mayor y a largo plazo, y mucho menos dramática.
Estos días, mi vida puede parecer aburrida, pero eso no me molesta. Mi mente se ha convertido en un océano en el que hay, por supuesto, ondas, olas, tormentas y algún que otro pez feo, pero no me definen. Aunque a veces me afecte y me asuste, sé que es pasajero y que puedo volver a subirme al caballo.
Lo que quiero decir es lo siguiente: con una gran perspectiva, es fácil pasar a la acción. Resulta fácil porque nos afectan mucho menos los caprichos de nuestros pensamientos. Como consecuencia natural, la disciplina sobreviene sin que ni siquiera tengamos que «intentar ser disciplinados», lo cual es aburrido y una tarea. Con una mentalidad así, crece nuestra capacidad de disciplina.
Ciertamente, hay momentos en los que me siento harta y frustrada. A veces rompo mis rutinas y me siento perezosa. Pero sé que es sólo una tormenta pasajera, y luego vuelvo a trabajar en mi conjunto de rutinas que sé que me hacen avanzar y me hacen crecer como persona.
Se necesita cierto impulso para llegar a un punto en el que la acción diaria (es decir, mantenerse disciplinado) se convierta en algo natural. Como todo empieza con la mente, te recomiendo que empieces a meditar con un tutor personal. Programa al menos tres sesiones semanales y hazlo durante un mínimo de seis meses. No te recomiendo que intentes meditar por tu cuenta; es demasiado fácil rendirse.
Pagar un poco de dinero y recibir orientación personal y profesional te ayudará a seguir adelante. Hazlo.
Buena suerte.
PD. Echa un vistazo al vídeo de abajo; subraya y explica los principios de mi post.
¿Cómo puedo seguir adelante y no estresarme por la situación? Ésta es...
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